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miércoles, 8 de enero de 2014

En la madrugada




Mientras dormía escuchaba un extraño ruido a fuera de la habitación, juraba que era un sueño, hasta que termine de despertar sentandome en la cama mirando de un lado a otro, tratando de entender que escuchaba.

Minutos después me alivie pues era mi hermano que se había levantado y cerraba la puerta poniendo seguro, pero volvía el ruido una y otra vez como tratando de abrir de nuevo. Me pare en mi puerta y pensé muchas cosas no entendía que pasaba, solo estábamos el y yo en la casa. Me asuste.

Me arme de valor y salí de la habitación que queda frente a la de el y hubo un silencio. Busque mi celular que estaba cargando en la sala y cuando volvía a mi cuarto el toca su puerta, y ahi recordé que eso me había pasado por la mente antes de salir, la cerradura se le había dañado y se había quedado encerrado. Eran las 4:00 am y el silencio hacia que todo se escuchará más alto. Me dijo que tratara de abrir pero no pude, el precavido al fin tenía una llave escondida en un armario de la cocina, me pidió que la buscara y tratara de abrir con ella, pero no funciono, la cerradura ya estaba descontrolada y fuera de su sitio luego de los jalones para tratar de abrir la puerta. Ya a mi me había pasado lo mismo y sabía como vencer ese momento murphy, porque no podía será a otra hora.

Busque un destornillador, una tijera, la pinza de sacarme las cejas y empece hacer lo que ya sabía, pero sin éxito esta vez. El desesperado de lo otro lado se puso hablar molesto porque pensaba que lo estaba haciendo mal o no se que le pasaba por la mente. Trate de entenderlo y me quede callada y con toda mi paciencia continuaba intentandolo. Nos turnábamos tratando de abrir cada uno por su lado. El se calmó y por última vez le dije: Dejame intentarlo de nuevo, ahi busque la lógica de la cerradura me agache, vi el lugar donde conectaba el gatillo del seguro lo conecté y giré el puño de la cerradura y mi hermano me vio agachada frente a el mientras abría la puerta milagrosamente. Solo me pregunto como lo hice y le explique, como lo hace una hermana mayor.

Las veces que me había pasado eso , terminaba rompiendo o desarmando la cerradura, pero esta vez fue tan sencillo que solo pensé que fue un milagro. En ese momento sentí un alivio y entendí que siempre hay que ser positivo y no desesperarse. El se preguntaba que porque tenía que pasarle eso a esa hora,
le respondí que fue lo mejor, porque sino hubiera estado solo y hubiese sido más difícil. El se quedo callado.

El reloj anunció las 6:30 de la mañana y aún estaba despierta pensando muchas cosas de la vida, creo que el también se quedo despierto y siento que algo en nuestro interior nos recuerda esa sensación de fe, paciencia y la frase que dice todo pasa por una razón.

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