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domingo, 30 de junio de 2013

Te me perdiste.


sábado, 15 de junio de 2013

Obsesión

Me doy cuenta que es el fin, cuando estoy más obsesionada que nunca, por saber de ti.

Adultos y complicados

Complicarse la vida es proporcional a nuestras ambiciones. Esto pensé hace un par de días mientras esperaba mi turno en el banco. Observo la gente con cara de preocupación, algunos por las deudas otros porque no están seguro si les van aprobar el préstamos. Mientras escucho la voz de un señor detrás de mi en la fila hacer una llamada preguntado el costo de las zapatillas de ballet para su hija, se nota que vive para ella, seguro iba a retirar el dinero de su cuenta. Las señoras con su agenda y la lista de pendientes por pagar.
Todo esto como si la ley de la vida es llegar a adulto y estar llenos de deudas y problemas es normal. Porque tienes que tener una casa, un carro, un negocio y vivir para este sistema esclavizante que te hace olvidar vivir la vida. Porque hasta nuestras vacaciones son programada bajo un esquema de negocio.



viernes, 29 de marzo de 2013

"El café pendiente"



Esta iniciativa está circulando y difundiéndose por todas las redes sociales en muy pocos días. No se sabe si realmente está ocurriendo en Nápoles o si sólo forma parte de una novela de Federico Moccia.
En cualquier caso, no parece que sea difícil llevar a cabo esta iniciativa :)

"El café pendiente"

"Entramos en un pequeño café, pedimos y nos sentamos en una mesa. Luego entran dos personas.:
- Cinco cafés. Dos son para nosotros y tres "pendientes".
Pagan los cinco cafés, beben sus dos cafés y se van. Pregunto:
- ¿Cuáles son esos “cafés pendientes”?
Me dicen:
- Espera y verás.
Luego vienen otras personas. Dos chicas piden dos cafés - pagan normalmente. Después de un tiempo, vienen tres abogados y piden siete cafés:
- Tres son para nosotros, y cuatro “pendientes”.
Pagan por siete, se toman los tres y se marchan. Después un joven pide dos cafés, bebe sólo uno, pero paga los dos. Estamos sentados, hablamos y miramos a través de la puerta abierta la plaza iluminada por el sol delante de la cafetería. De repente, en la puerta aparece un hombre vestido muy pobre y pregunta en voz baja:
- ¿Tienen algún "café pendiente"?

Este tipo de caridad, por primera vez apareció en Nápoles. La gente paga anticipadamente el café a alguien que no puede permitirse el lujo de una taza de café caliente. Allí dejaban en los establecimientos de esta manera no sólo el café, sino también comida. Esa costumbre ya ha salido de las fronteras de Italia y se ha extendido a muchas ciudades de todo el mundo